Aún no ha llegado la Navidad, pero ya se empiezan a notar las prisas de última hora: comprar regalos, empaquetarlos y dejarlos debajo del árbol, quedar con los que llegan y con los que se van, buscar recetas para nochebuena, poner la casa a punto y bien bonita para que todo este listo, hacer cartas a los reyes o Papá Noel, comidas de empresa, hacer las compras y recados pertinentes… Llegamos al 24 y al 25 exhaustos. Ante todo este plan, votamos por una Navidad slow, sin prisas pero sin pausas, centrada en lo importante.
La primera Navidad fue improvisada, austera, sencilla y auténtica. Hoy en medio de tanta celebración es difícil parar y tomárselo con calma, por eso, queremos poner en nuestra casa el póster que nos rete a parar, pensar y celebrar con tranquilidad. Puedes descargar aquí tu imprimible: Voto por una Navidad slow
¡Votamos por una Navidad slow!